Texto original escrito por Dra. Iliana López
Zaragoza.
Los lunares rubí, también conocidos por las personas como “lunares de sangre”, “cabezas de vena”, etc, son dilataciones vasculares que se presentan en la piel de hombres y mujeres en la edad
adulta. Estas lesiones son benignas. Lo que significa que los lunares rubí no se transforman en cáncer de piel como lo hacen otro tipo de lesiones. Por lo general, los lunares rubí se encuentran
en la cara, espalda, brazos y cuello. Su tamaño es de solo un par de milímetros, y aparecen más frecuentemente en personas de piel blanca. El envejecimiento, factores genéticos y la exposición al
sol, son factores que contribuyen en su aparición.
Aún cuando los lunares rubí no presentan riesgos a la salud, es muy recomendable visitar a un dermatólogo, si algún lunar de cualquier tipo sufre algún cambio en su tamaño, forma o color. Por
estética, algunas personas eligen retirar los lunares rubí, lo cual puede hacer un dermatólogo por medio de extirpación quirúrgica ó electrofulguración. Es importante mencionar que el manipular
estas lesiones de forma casera, puede causar sangrado, infecciones y cicatrices no deseadas. No pongas en riesgo la salud y apariencia de tu piel acude con un especialista.
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