Texto original escrito por Dra. Iliana López Zaragoza.
¿CUÁNTAS VECES HAS LLEGADO A CASA DESPUÉS DE UN LARGO DÍA ESPERANDO DARTE UN BAÑO CON AGUA MUY CALIENTE PARA RELAJARTE?
Es posible que acostumbres este tipo de baño en tu rutina diaria. Sin importar que tan frecuentemente utilices agua a temperaturas lo suficientemente altas como para generar vapor, es probable
que hayas notado que sientes comezón en varias partes del cuerpo y que tu piel enrojece al salir del baño.
La capa más externa de la piel contiene una gran cantidad de queratina, elemento también presente en uñas y pelo. La queratina localizada en la epidermis forma una capa que ayuda a mantener la
humedad natural de la piel.
El agua caliente no sólo remueve las grasas naturales de la piel, sino también la capa de queratina. A largo plazo, el baño con agua muy caliente pueden hacer que tu piel se reseque en forma
excesiva.
La recomendación es que moderes la temperatura del agua con la que te bañas regularmente y siempre mantengas tu piel debidamente humectada con algún producto que sirva para ese propósito. Es
importante que evites utilizar productos que puedan contribuir a la formación de acné en ciertas zonas de la piel.
Si tienes dudas sobre que productos pueden ayudar a mantener tu piel humectada sin producir efectos secundarios, consulta a un dermatólogo.
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