Cuando duermes sin desmaquillarte no solamente dejas en tu piel el maquillaje que aplicaste durante el día, también diversas partículas de polvo y otros agentes con los que tu piel tiene contacto a lo largo de tus actividades diarias quedan atrapados en los poros durante toda la noche. Esto propicia las condiciones ideales para que se manifiesten lesiones de acné y que la piel se irrite.