Texto original escrito por Dra. Iliana López
Zaragoza.
Además de seguir los consejos de tu dermatólogo, debes tomar las siguientes precauciones:
*Lavar siempre la cara, por la mañana y por la noche, con un producto de higiene muy suave que pueda utilizarse en algunos casos sin aclarado (sólo en caso de que el agua agreda tu piel).
*Secar suavemente sin frotar.
*Aplicar 1 ó 2 veces al día, un producto de cuidado hidratante de muy alta tolerancia que contenga activos que calmen el enrojecimiento y atenúe las sensaciones de calor, comezón o ardor.
*Evitar comidas calientes, condimentadas y el alcohol, así como lugares con altas temperaturas.
*Evitar radiación directa. Si tu piel es delicada y sensible; es imprescindible protegerla todo el tiempo y todo el año y más aún en aquellos lugares o situaciones en donde se sabe existe una
acentuada exposición a radiación (playas, balnearios, días de campo, realizar ejercicio al aire libre, etc). Utiliza un producto solar con un elevado factor de protección (SPF superior o igual a
50). En efecto, la exposición al sol agrava el enrojecimiento y las sensaciones de ardor, calor, tirantez y ardor.
¡Para lograr que tu piel esté sana y con la mejor apariencia, confíala a médicos especialistas expertos!.
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